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Nos encontramos en Hinojos Francisco Manuel, Lutgardo, Juan Manuel, Pepín y yo, a las nueve.
Después de varios aplazamientos, entre otras cosas por las persistentes lluvias, habíamos decidido posponer esta ruta para la próxima temporada, pero las condiciones parecen las adecuadas y nos disponemos a realizarla.
La atmósfera está cargada y las previsiones dan algo de lluvia, pero esto no es obstáculo para seguir adelante.
Salimos desde el polideportivo. Tomamos una amplia pista en muy buenas condiciones que pronto nos lleva a la realidad del camino típico de arenas empapadas, donde abundan los charcos y guardar el equilibrio se hace difícil. Según avanzamos esto se hace patente en numerosas caídas, afortunadamente sin consecuencias.
Pronto entramos en un exuberante pinar, precioso en esta primavera espléndida, que solo abandonaremos ya al final de la ruta. Avanzamos y pronto las previsiones dejan de serlo para convertirse en realidad y una ligera llovizna empieza a caer. Cerca del reconvertido Pino de los Mil Duros, la llovizna pasa a ser una copiosa lluvia, que no consigue desanimarnos, creo que mas bien nos motiva. El pedaleo se hizo, si cabe, más peligroso pero me dio la impresión que mas liviano, rápido quizás. Mis compañeros parecían navegar con fluidez sobre una lámina de agua, mientras yo detrás de ellos seguía su trazada con dificultad.
Llegamos a la Raya Real, la temida y atrayente Raya, a la altura de la cancela el Vicioso, otras veces traspasada por alguno de los que aquí vamos. Había dejado de llover y el estado de la arena era magnífico ¡hemos acertado! Pronto llegamos al Rocío, con una gran afluencia de personas. A la salida nos paramos en el centro que aquí tiene la SEO, la primera vez de muchos intentos que lo encuentro abierto.
Salimos por el mismo lugar que entramos, pero pronto giramos al norte de regreso a Hinojos. La vuelta la hacemos mayormente por otros caminos, aún mas bonitos si cabe, aunque hemos compartido algunos tramos.
En general para mi ha sido un magnífico día por unos hermosos parajes y con unos compañeros excepcionales. La lluvia lejos de ser un incordio ha supuesto una nota agradable.
Mis esforzados compañeros.
Charcos en el camino.
Recomponiendo.
Lirio de primavera.
La lluvia fue un aliciente.
Cancela el Vicioso.
La marisma desde el Rocío.
Yeguas marismeñas.
Un percance bien resuelto.
Finalizamos con una rápida comida en Hinojos.
Agradecer a mis compañeros y amigos su compañía y su buen saber y hacer.
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