Retomamos la actividad, paralizada entre otras cosas, por esta maldita pandemia.
Nos hemos ido a un lugar, que quizás por lo cercano, es bastante desconocido. Algunas veces creemos que todo lo que está próximo es igual. Nada más lejos de la realidad.
Partimos desde un punto en la zona cerealista y tras cruzar la localidad de Aznalcázar, nos adentramos en los inmenso pinares que comparten esta localidad y la vecina de La Puebla del Río. Dentro de este enorme bosque, pasamos por lugares hermosísimos. Unos de un denso arbolado y otros algo más claro de masas de monte mediterráneo. Ya en la Dehesa de Abajo el paisaje cambia por completo, entrando en un lugar lleno de acebuches, donde existe una gran colonia de cigüeñas y milanos, que da vista a la laguna de Rianzuela, hábitat de flamencos y gran número de anátidas.
En este lugar hay un restaurante donde reponer fuerzas y desde donde podemos contemplar la inmensidad de las marismas.
La ruta la hemos realizado cuatro miembros del club. Desde aquí quiero animar al resto, que por diversos motivos, no habrán podido realizarla, algunos por no poder desplazarse desde la vecina provincia onubense.
El recorrido es muy entretenido y sumamente agradable, además por un entorno enormemente atractivo, más en esta época del año. Tiene su parte de dificultad aportada por los bancos de arena, que según haya llovido o no, estará más o menos suelta. En algunas zonas hay toboganes que aportan su toque de dureza, si bien no es excesiva.
Un dia estupendo con buenos amigos y un lugar para practicar el vtt magnífico con más o menos dificultades pero abiertos para todos los qué le guste la naturaleza 🏞 👍🚵
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